Hollywood ha visto el notable resurgimiento de Brendan Fraser tras varios años de papeles menores. Su más reciente película, Rental Family, se presenta como una cinta pequeña que resalta las fortalezas del actor. Dirigida por Hikari, la película explora temas de soledad, la búsqueda de conexión humana y las complejas formas en que las personas intentan llenar los vacíos en sus vidas en Japón. Se trata de una exploración sincera y sentimental que, si bien a veces roza lo sensiblero, está anclada por una actuación conmovedora de Fraser, quien demuestra ser uno de los actores más importantes de 2025.
La trama sigue a Philip Vandarpleog, un actor estadounidense de mediana edad que vive en Tokio. Tras siete años en la ciudad, su éxito se limita a un anuncio de pasta de dientes, mientras sobrevive con trabajos humillantes y lucha por conseguir su próximo papel. Su vida está marcada por la soledad y la desconexión cultural, observando la vida familiar de sus vecinos desde la ventana de su pequeño apartamento. Todo cambia cuando tropieza con una agencia japonesa que ofrece actores como sustitutos en la vida de otras personas, un servicio de «familiares de alquiler». Para un hombre tan desesperado por conseguir trabajo, esta oportunidad se convierte tanto en un salvavidas como en un dilema ético.
Una conexión ficticia que se puede comprar
Rental Family se basa en el fenómeno real de las agencias japonesas que ofrecen «familiares de alquiler», un concepto que puede parecer peculiar para el público occidental. La directora Hikari utiliza esta premisa para explorar cómo las personas fabrican y compran las conexiones que anhelan. Philip es contratado como el «hombre blanco simbólico» de la agencia y asume diversos roles: desde un novio falso para apaciguar a los padres de una clienta, hasta un periodista que entrevista a un actor en decadencia para que sienta que su legado no será olvidado. Estos trabajos desdibujan la línea entre lo artificial y lo auténtico, planteando preguntas sobre la moralidad de la decepción y la mercantilización de los lazos humanos.
Brendan Fraser en Japón, el corazón de la película

El corazón de la película es, sin duda, la actuación de Brendan Fraser, descrita por la crítica como una de las más elegantes de su carrera. Fraser encarna a Philip con una calidez, vulnerabilidad y gentileza que evitan caer en la autocompasión. Su interpretación es sutil y contenida; transmite la desesperación silenciosa de su personaje a través de su lenguaje corporal y su mirada anhelante. Sin cinismo ni ironía, Fraser logra que el público crea en las buenas intenciones de Philip, incluso cuando participa en engaños complejos. Es esta humanidad innata la que permite que la película funcione, mostrando las grietas en la actuación de su personaje y revelando la colisión entre el artificio y la verdad.
Tokio como epicentro de la soledad de millones de personas

La elección de Tokio como escenario es particularmente acertada. La directora Hikari presenta la ciudad no como el típico espectáculo de luces de neón, sino como un telón de fondo viviente que es a la vez deslumbrante y aislante. Para Philip, un extranjero alto que parece fuera de lugar en los paisajes urbanos, Tokio es un lugar donde puede estar rodeado de gente y sentirse completamente solo. La película muestra cómo la cultura japonesa enfatiza la diferencia del «otro», recordando constantemente a Philip su condición de extraño. A diferencia de otras películas como Lost in Translation, Rental Family trata a Tokio como un hogar real al que Philip desea desesperadamente pertenecer, lo que le da a su alienación un matiz más profundo y conmovedor.
Los vínculos más allá del guion
Aunque la estructura de la película es episódica, con Philip pasando de un trabajo a otro, sobresalen dos relaciones que forman el núcleo emocional de la historia. La más significativa es su papel como padre sustituto de Mia, una niña que necesita una figura paterna para ser admitida en una prestigiosa escuela. El vínculo que se forma entre ellos, aunque basado en una mentira, se siente genuino y conmovedor, despertando en Philip sus propias heridas por haber crecido sin un padre. Otra relación destacada es la que establece con un famoso actor japonés que sufre de demencia, a quien entrevista para darle un último vestigio de fama. Este último vínculo se siente particularmente auténtico y proporciona el ancla emocional más fuerte de la película.
Los protagonistas de Rental Family
- Brendan Fraser interpreta al personaje principal, Philip Vandarpleog (o Phillip), un actor estadounidense solitario que vive en Tokio y comienza a trabajar para una agencia de «familiares de alquiler».
- Takehiro Hira interpreta a Shinji, el dueño de la agencia Rental Family.
- Mari Yamamoto interpreta a Aiko, la segunda al mando en la agencia.
- Shannon Mahina Gorman interpreta a Mia Kawasaki, la niña a la que Philip debe pretender ser su padre.
- Akira Emoto interpreta a Hasagawa Kikuo, un famoso actor japonés con demencia a quien Philip entrevista.
Un gran retrato de la condición humana
Rental Family es, en última instancia, un «crowdpleaser» sincero y encantador, diseñado para tocar las fibras sensibles del público. Aunque a veces se apoya demasiado en el sentimentalismo y evita explorar las implicaciones más oscuras de su premisa, su corazón está en el lugar correcto. La película funciona como una meditación tierna y reflexiva sobre la soledad, la pertenencia y la necesidad universal de conexión. Aunque no reinventa el género dramático, ofrece algo significativo: una historia tranquila que triunfa más a menudo de lo que falla, dejando una impresión duradera gracias a su ternura y a la inolvidable actuación de Brendan Fraser.