Tokio es una de las ciudades más dinámicas y fascinantes del mundo. Como capital de Japón, combina tradición y modernidad en un entorno donde los rascacielos conviven con templos centenarios. Con más de 14 millones de habitantes en su área metropolitana, es un centro económico, cultural y tecnológico de primer nivel.
Tokio, antes conocida como Edo, fue una pequeña aldea de pescadores hasta el siglo XVII, cuando se convirtió en la sede del shogunato Tokugawa. En 1868, con la Restauración Meiji, Edo pasó a llamarse Tokio y se convirtió en la capital de Japón. Desde entonces, ha crecido de manera acelerada y ha sido escenario de importantes eventos históricos, como el Gran Terremoto de 1923 y la reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial, que la transformaron en una metrópoli global.
Tokio es uno de los principales centros financieros del mundo y sede de importantes corporaciones y bancos internacionales. La Bolsa de Tokio es una de las más grandes y relevantes a nivel global. Además, la ciudad es pionera en innovación tecnológica, albergando distritos como Akihabara, conocido por sus tiendas de electrónica y cultura otaku, y Shibuya, epicentro de tendencias de moda y tecnología.
Tokio ofrece una mezcla única de cultura tradicional y entretenimiento moderno. Lugares emblemáticos como el Templo Senso-ji en Asakusa reflejan la historia de la ciudad, mientras que el cruce de Shibuya y la Torre de Tokio simbolizan su modernidad. Además, Tokio es famosa por su gastronomía, con más restaurantes con estrellas Michelin que cualquier otra ciudad, y su vibrante vida nocturna en barrios como Shinjuku y Roppongi.
Tokio es una de las ciudades más pobladas de la Tierra. A pesar de la gran cantidad de personas, cuenta con áreas muy tranquilas en los distritos más alejados que son una verdadera joya para los turistas.